El sector de la construcción está sorfeando una ola de incertidumbre, especialmente aquellas empresas que le apuntan al segmento de la Vivienda de Interés Social (VIS) por cuenta de un posible recorte en el número de subsidios que se darán en 2025 en el programa de Mi Casa Ya. En entrevista con Portafolio, Álvaro Vélez, gerente de Triada Constructores, mostró su preocupación por esta sitación, por lo cual pide garantizar los recursos faltantes. A través de su programa de educación financiera busca que más hogares puedan acceder a una vivienda propia.
¿Cómo le ha ido a la constructora en un año retador?
Ha sido un año retador pero nosotros nos hemos movido bien, hemos sido muy cautelosos, controlando riesgos y afortunadamente todos los proyectos los estamos vendiendo relativamente bien, no a las velocidades que vendíamos en otras épocas, pero vamos avanzando y controlando los riesgos para que los proyectos se desarrollen con tranquilidad.
¿Cuáles son los retos más importantes?
La incertidumbre siempre ha sido que los subsidios alcancen. Este año relativamente cubrieron la demanda que hubo porque el mercado tuvo tantos desistimientos que finalmente los subsidios alcanzaron. La gran incertidumbre es hacia adelante, especialmente cuando nos están anunciando que solamente van a dar 20.500 y que ya hay 6.000 preasignados. Eso afecta a todo el mundo, al mercado, a los compradores que sienten desconfianza, pues no están seguros si van a obtener los subsidios, y a toda la industria que estamos produciendo. Eso es realmente difícil y hay una gran incertidumbre si nos vamos a quedar con una gran cantidad de viviendas construidas y con muchos compradores que ya han pagado su cuota inicial.
¿Cuál ha sido la fórmula para seguir con esos retos en VIS?
Nosotros estamos haciendo casi todo en VIS en este momento. Tenemos algunas otras cosas, pero no en vivienda. Algo que nos reconforta, al menos en Bogotá, son los subsidios de las cajas, ahí tenemos algún grado de tranquilidad. En otras ciudades se depende de los subsidios y eso no se está midiendo bien.
La vivienda de interés social cogió un impulso y fuerza muy grande en la medida que hubo subsidios suficientes para cualquier región de Colombia, eso le dio la importancia en los últimos ocho años a la vivienda de interés social que pudo llegar a todas las regiones como nunca había pasado en Colombia.
El Estado, cuando está mirando la política de subsidios no está analizando esa parte, la gran influencia que hubo de desarrollo de proyectos de vivienda en todas las regiones de Colombia, no solamente en las capitales donde hay subsidios de las cajas de compensación familiar.
En 2023 hubo un número importante de desistimientos, ¿este año se está repitiendo la historia por esta incertidumbre?
Eso cambia mucho de empresa en empresa. Nosotros tuvimos el año pasado menos desistimientos de lo que tuvo el promedio de la industria, y este año estamos al mismo nivel de la industria. Siempre hay un nivel de desistimiento en todos los proyectos de vivienda de interés social, y especialmente porque los clientes no califican para el crédito, por ejemplo, esa es una de las principales causas para que los clientes desistan, y como venimos de una época de tasas altas mucha gente se quedó porque ya con esas tasas no calificaban para obtener el crédito. Pero ahora que hay tasas a la baja, y sí es propicio para un ambiente de confianza de los compradores para que los bancos ya encuentren que esos compradores sí califican para tener un crédito.
En razón de lo anterior, el reto ahora tener suficientes subsidios para el año entrante y el 2026, porque ahora no es seguro.
Entendemos las dificultades que tienen las finanzas del Estado, pero hay que entender que el sector de la construcción puede jalonar muy bien la economía y tal vez eso no lo están midiendo totalmente.
Con este clima, ¿han pensado en bajar su participación en VIS y aumentar en otro tipo de proyectos?
Nosotros le apostamos mucho a la VIS, pero también estamos en oficinas, y tenemos un proyecto en el que tenemos mucha confianza de que será exitoso, ya que hay escasez de oficinas grandes porque llevamos ya varios años sin producir.
¿Cómo están apoyando a las familias para que pese a los retos logren su sueño de vivienda propia?
Muchas familias no creen que puedan comprar vivienda, pero nosotros sí, por eso buscamos guiarlos para enseñarles que pueden pedir un subsidio, un crédito y que, con un plazo suficiente para pagar una cuota inicial, pueden comprar una vivienda.
Todo es un proceso de educación. Poco a poco la gente lo ha ido entendiendo, pero hay un porcentaje alto de la población que no entiende que sí existe la posibilidad y que está a su alcance tener una vivienda. Hay muchas familias que tienen, por ejemplo, cesantías ahorradas, y eso les da una base muy fuerte para ya tener una parte de la cuota inicial. Si arrancan, nosotros los acompañamos durante todo el proceso.
Construcción de vivienda
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El Gobierno le está apostando al segmento VIP, ¿Han mirado entrar a ese mercado en miras que hacia allá va el alivio?
En este momento estamos en Bogotá y alrededores y en Ibagué. Por lo pronto, nos estamos concentrando ahí. Hemos estado mirando otras opciones en la región Caribe, pero estamos en evaluaciones finales. Pero la idea es, desde nuestra óptica y tamaño de empresa, estar relativamente concentrados y no muy dispersos.
¿Cómo esperan que termine el año sea el 2025 con todos los retos?
Nosotros sentimos que el año va a terminar bien, lo está haciendo, como lo será el 2025. Los proyectos que estamos iniciando van a ser exitosos. Tenemos mucha confianza en el 2025. La única incertidumbre es que si existan suficientes subsidios para que las familias puedan comprar su vivienda.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
