Con miras a mejorar la movilidad en uno de los corredores más emblemáticos de Bogotá, el gobierno de Gustavo Petro estudia implementar un tranvía en la carrera Séptima, que además conectaría con el Regiotram del Norte en una apuesta por unir la capital con Zipaquirá (Cundinamarca). Este proyecto, según anunció recientemente la ministra de Transporte, María Constanza García, busca no solo aliviar el tráfico en esta vía crucial, sino también ofrecer a los ciudadanos un medio de transporte más rápido, directo y sostenible.
La conexión, que se ubicaría en la intersección de la Calle 112 con la Carrera 9, permitiría que miles de personas se trasladen de forma eficiente entre Zipaquirá y Bogotá, mejorando la intermodalidad del transporte y ofreciendo una alternativa competitiva frente al automóvil particular. Para la ministra, esta es “una oportunidad” que revitalizaría la discusión sobre la carrera Séptima, una vía que sigue exigiendo soluciones innovadoras debido a la gran demanda que soporta día a día.
Aunque esta propuesta parece nueva, en realidad retoma una iniciativa que ha estado presente en las administraciones de varios gobiernos anteriores. Ya en la alcaldía de Gustavo Petro se discutió esta posibilidad, y durante el periodo de Claudia López también se evaluó el tranvía como una opción viable. Más recientemente, en 2022, el entonces ministro Guillermo Reyes volvió a poner sobre la mesa el debate en torno a la movilidad sostenible para Bogotá y la región.
La ministra García aprovechó para recalcar que este no es el único proyecto de movilidad en desarrollo. La administración también trabaja en la ampliación de la autopista Norte, el proyecto de la calle 13, el Regiotram de Occidente y la cofinanciación de buses cero emisiones, entre otros. Todas estas iniciativas, en conjunto, reflejan el compromiso de Bogotá y el gobierno nacional por responder a las necesidades de una ciudad que crece a ritmo acelerado y que demanda soluciones modernas.
Con la apuesta por el tranvía y el Regiotram, el gobierno busca redefinir la movilidad urbana e interurbana, favoreciendo la conexión de Bogotá con sus municipios vecinos, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y sentando las bases para un sistema de transporte más ágil, moderno y ambientalmente sostenible.