En este evento se congregaron 12 restaurantes, 20 emprendimientos y dos asociaciones de productores agrícolas y recicladores. Con el fin de ofrecer una experiencia culinaria exquisita, perfecta para compartir en familia.
El festival, llevado a cabo en el vibrante Mercado Campo de Gigantes, se destacó por su rica variedad de actividades y eventos. Consolidándose como un punto de encuentro imprescindible para los amantes de la gastronomía y la cultura local.
Entre las atracciones principales se encontraron las exquisitas muestras de gastronomía líquida. Que ofrecieron a los asistentes una oportunidad única para experimentar innovadoras creaciones culinarias basadas en ingredientes frescos y locales. Además, se realizaron conversatorios profundos sobre el maíz, donde exploraron su relevancia histórica y cultural, dado que fue el tema central del festival.
La Fundación San Juan Bautista tuvo un papel destacado al actuar como jurado en un emocionante concurso que celebró el arte culinario. Este certamen incluyó la evaluación de tres categorías cruciales: el plato fuerte, la bebida y el postre, permitiendo a los participantes mostrar su creatividad y habilidad en cada uno de estos aspectos. Los jueces destacaron la calidad y la originalidad de las propuestas, lo que subrayó la importancia de la variedad y la innovación en la gastronomía del festival.
El evento fue ampliamente aplaudido por los habitantes de Mosquera, quienes vieron en el una valiosa oportunidad para fortalecer la cultura local y el tejido social. Más allá de su impacto cultural, el festival también desempeñó un papel crucial en el impulso de la economía local. Ofreciendo una plataforma para que los emprendedores gastronómicos pudieran presentar sus productos y conectar con nuevos clientes. Este tipo de iniciativas no solo enriquece la vida cultural de la comunidad, sino que también fomenta un entorno favorable para el crecimiento económico y el apoyo a los talentos emergentes en el ámbito culinario.