Nos despertamos, prendemos las luces, nos bañamos, cocinamos, desayunamos y salimos a hacer nuestras actividades, en algunas ocasiones, dejando el termostato prendido. Lo mismo cuando regresamos y así todos los días.
Sabemos que todas estas actividades son indispensables para estar en hogar cómodo y funcional, sin embargo, debemos decirte que puedes seguir haciendo lo mismo, pero de una manera más consciente para que veas reflejado tu esfuerzo en unas facturas menos costosas. No es que dejes de hacer lo que haces, sino que cambies el cómo.
En tiempos de frío buscamos que nuestro hogar sea muy cálido, por lo que buscamos que el clima lo haga posible por nosotros. Si revisas tus ventanas y hasta tus puertas, podrás descubrir que en muchas ocasiones, el calor se escapa por sus marcos, por lo que sellarlos evitara que el aire frío entre a tu vivienda.
Otra acción complementaria para calentar los cuartos, es cambiar la dirección en la que suele girar tu ventilador de techo, debido a que su funcionamiento normal ayuda en refrescar la habitación en la que esté, pero al realizar el ajuste mencionado, empuja el aire hacia el techo y expande el aire caliente acumulado en el lugar. De acuerdo con Amy Matthews para Today, experta en mejoras para el hogar, si realizas estos dos consejos, por cada grado que disminuyas en el uso de tu termostato al salir de casa, podría resultar en un ahorro del 1% en tu factura de calefacción.
Asimismo, si ajustas el calentador de agua, por ejemplo, de 140 a 120 grados, tú líquido no sólo será agradable para tu higiene personal, sino también para tu bolsillo al ahorrar hasta un 11% de tus gastos en este rubro.
De la misma manera, los baños deben ser rápidos, procurar que no superen los 10 minutos para que no haya un gasto excesivo del vital líquido. Una medida extra, quizá excesiva, pero eso depende de cuánto quieras ahorrar en tu billetera, es la recolección del agua mientras ésta se pone a una temperatura aceptable y su uso en otros puntos del hogar, como los sanitarios, el lavado de algún vehículo, del hogar o cualquier otra actividad en la que le saques provecho.
En la cuestión eléctrica, usar focos ahorradores realmente ayudan en tus facturas, así como el hecho de evitar prender luces innecesarias durante nuestras actividades, matutinas o nocturnas, y apagarlas en cuanto se desocupen. También es recomendable utilizar buenos multicontactos para la conexión de nuestros aparatos que puedan desactivar de manera sencilla cada vez que no haya nadie en la vivienda.
Un cambio de hábitos de tu parte y tus familiares se puede ver reflejado en la mínima cantidad de dinero que podrían desembolsar al pagar sus facturas en beneficio de todos los integrantes de la casa.
Tomado de La Opinión.com